Los vehículos de conducción autónoma ya son una realidad. Si bien aún se está en la etapa de prueba de estos vehículos, esta industria, a la que ya se han integrado empresas tecnológicas además de las habituales automotrices, avanza raudamente y cada vez aparecen nuevos modelos con tecnologías que se van aproximando a esta nueva forma de transporte.
A partir de esta evolución constante, se estima que en el año 2020 habrá 10 millones de autos de conducción autónoma las calles, entre los que se diferenciarán entre los semiautónomos y los que son totalmente autónomos.
Así lo determina un reciente informe de BI Intelligence, en el que se analiza el mercado de coches de conducción autónoma mediante teniendo en cuenta la situación actual de estos vehículos y el progreso que irá teniendo lugar en los próximos cinco años. ¿Cuál será el impacto económico de estos autos? ¿Habrá trabas que dificulten su llegada al mercado?
En primer lugar, ya hay autos de conducción autónoma en los caminos, teniendo en cuenta para el informe que este tipo de vehículo es todo aquel con características que le permiten acelerar, frenar y dirigir el curso de un coche sin conductor o con una interacción limitada del mismo.
Es por eso que distinguen dos tipos: los semiautónomos y los totalmente autónomos. Un vehículo completamente autónomo puede conducir desde el punto A al punto B y sobrellevar todo tipo de obstáculo en el camino sin necesidad de ninguna interacción por parte del conductor. Estos harán su debut en 2019.
Debido a cuestiones regulatorias y de seguros, los coches totalmente autónomos accionados por el usuario llegarán al mercado en los próximos cinco años, mientras que los coches sin conductor todavía tendrán que esperar.
Uno de los mayores beneficios de los coches autónomos es que van a ayudar a hacer que las carreteras sean más seguras y la vida de las personas más fácil. En esto ya está haciendo hincapié especialmente la Unión Europea, en donde se plantea un cambio estructural, en el que la tecnología emergente, como la desarrollada en los autos autónomos, podría ser una de las respuestas.
Fuente: TyN Magazine
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